domingo, 12 de mayo de 2013
miércoles, 17 de abril de 2013
HAMLET BESTIA
Proyecto de creación escénica del colectivo asalto-teatro con las actuaciones de Mario Deance, Adrian Gonzalez y Lucero Hernandez
miércoles, 6 de febrero de 2013
PROMETEO ROBA EL FUEGO
Prometeo es, según la versión más
aceptada, hijo del titán Jápeto y de la oceánide Climene. No es un dios sino un
héroe, más cercano a la condición humana que de la divina. En ciertas
versiones, se lo considera padre de la humanidad a la que habría creado a
partir de figuras de arcilla. Enseña a los hombres a hacer trampa a los dioses
en los sacrificios para que se queden con la mejor parte de los animales
sacrificados. El es quien roba el fuego del Olimpo para entregárselo a los
mortales (lo cual se podría interpretar como el acto que otorga el fuego de la
libertad a los hombres, equiparándolos a los dioses).
De modo que Prometeo es el líder
de los hombres que se rebela contra el poder tiránico del dios por antonomasia:
Zeus. Es el líder más radicalmente subversivo de la mitología griega, agnóstico
y humanista que desafía la creencia en los dioses y glorifica, por
contraposición, las posibilidades de la humanidad.
Cubre tu cielo, Zeus,
con un velo de nubes,
y juega, tal muchacho
que descabeza cardos,
con encinas y montañas;
pero mi tierra
deja en paz
y mi cabaña,
que tú no has hecho,
y mi hogar,
por cuyo fuego
me envidias.
¡No conozco nada más miserable
bajo el sol
que vosotros, dioses!
Pobremente sustentáis con
sacrificios
y aliento de oraciones
vuestra majestad,
y moriríais
si pordioseros y niños
no enloqueciesen de esperanza.
¡Y, cuando era niño,
no sabía por qué volvía
al sol la mirada extraviada!
¡Como si en lo alto alguien
hubiera
que oyese mi lamento,
o un corazón que, como el mío,
se apiadase del oprimido!
¿Quién me ayudó
contra la furia de los titanes?
¿Quién me salvó de la muerte
y de la esclavitud?
¿Acaso no lo hiciste tú todo,
sagrado y ardiente corazón?
¿Y te consumiste, joven y bueno,
engañado, esperando algo
del que duerme allá arriba?
¿Que te venere? ¿Para qué?
¿Has mitigado el dolor del
ofendido?
¿Has enjugado el llanto del
sumido en la angustia?
¿Acaso no me hicieron hombre
el tiempo omnipotente
y el eterno destino,
mis señores y los tuyos?
¿Creíste tal vez
que odiar debía la vida
y huir al desierto
porque no todos los sueños
maduraron?
Aquí estoy y me afianzo;
formo hombres
según mi idea;
un linaje semejante a mí,
que sufra, llore,
goce y se alegre,
¡y que no te respete,
como yo!
GOETHE
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